El año escolar acaba de terminar y con él tuvimos que despedirnos momentáneamente con la intervención en las aulas y con la chavalería del proyecto Transit. Si el 2020 nos presentó nuevos desafíos, ¡el 2021 ciertamente no se quedó atrás! La incertidumbre de los tiempos actuales ha exigido una fuerte y concreta adecuación del esfuerzo de los centros escolares y de nuestras actividades dentro y fuera de las aulas, que – por fin podemos decirlo – vieron todo terminar de manera excelente.
Este año hemos estado presentes en tres institutos, ayudando a 5 grupos de jóvenes a realizar actividades y experiencias inspiradoras, tratando de encontrar sus intereses y motivaciones. Trabajando personalmente y en grupos con unos setenta jóvenes, exploramos muchos temas, nos divertimos y, sobre todo, aprendimos cosas nuevas.
¡La parte más difícil fue sin duda la de no poder nunca vernos la cara! Siempre respetuosos de las medidas de seguridad por causa de la pandemia, muchas veces nos hemos dado cuenta de que no conocemos nada más que los ojos de las personas con las que hemos compartido momentos divertidos y reflexivos. Un año compuesto solo por miradas, pero que sin duda valieron más que mil palabras: