Si algo tiene de bueno el servicio de voluntariado europeo con respecto a otros voluntariados es el soporte que recibes por parte de varios organismos y uno muy importante es la Agencia Nacional del país dónde estás siendo voluntario. Ya os comenté en otra entrada que habíamos tenido lo que se llama “Formación a la llegada” dónde aprendes sobre tus derechos, obligaciones, la cultura del país dónde vas a vivir durante un tiempo y también empiezas a plantear en que va a consistir tu voluntariado.
La “Evaluación intermedia” consiste en un pequeño paréntesis que te permite mirar hacia el pasado y el futuro. Nos reunimos con los mismos voluntarios que durante la “Formación a la llegada”con lo que también puedes ver como van los proyectos de otros voluntarios, es muy interesante ver lo que otra gente está haciendo y además el poder compartir tu tiempo con gente que no ves habitualmente.
Fue bastante relajado, con tiempo para visitar un castillo increíble y disfrutar de las maravillosos paseos costeros del pueblo dónde nos desplazamos. Dentro de lo que fue la evaluación en sí misma hemos tratado si nuestro trabajo hasta ahora coincidía con nuestras expectativas, si teníamos soporte por parte de nuestras asociaciones, tanto de acogida como de envío, qué hacer cuando nos encontramos con alguna incidencia (no existen los problemas) y futuras oportunidades para desarrollar nuestros propios proyectos con la “Juventud en Acción” aunque para cuando nosotros terminemos ya será “Erasmus +”. Creo que este momento de respiro para ver dónde estás y dónde quieres estar es muy positivo en la mitad de un proyecto de tanta duración como este, a veces, te pierdes trabajando y no te das cuenta de que quizá de otra manera podrías aprovechar muchísimo más una experiencia como esta. Se trata de conseguir que sea un año de aprendizaje y crecimiento de una manera positiva.