La pandemia está afectando a nuestras maneras de relacionarnos y por lo tanto a nuestras emociones. Y es necesario compartirlo, y ver que no somos las únicas.
Por eso es importante pararse a pensar qué es lo que sentimos en el último año, compartir las ideas y recursos que tenemos para alejar las emociones que nos producen malestar y celebrar y recordar las que nos produjeron satisfacción.