Las Ye Too Ponese vivimos el confinamiento tan diversamente como distintas somos.
Pero una cosa que sentimos casi todas fue, acostumbradas al acelere y la productividad; la desazón de no saber qué hacer en una situación como la que estábamos viviendo.
Fue entonces cuando conocimos RACA y vimos que a pesar del parón lo que no sólo no paraba sino que aumentaba de una manera exponencial eran las necesidades de numerosas familias de Asturias.
Ser parte de RACA hizo que pudiéramos compartir las necesidades que la situación de confinamiento estaba creando o empeorando y procurar darles una respuesta en red.
Aprendimos muchas cosas, descubrimos recursos comunitarios que desconocíamos y conocimos a gente encantadora que si, tenían necesidades básicas como qué comer y cómo llegar a fin de semana, ya no de mes….pero otra gran necesidad que creemos que cubrió RACA fue la de ahuyentar la soledad, la de saber que alguien te está apoyando y te dice que todo va a ir bien.
Y viviendo cómo estábamos en una especie de peli de ciencia ficción, RACA nos ayudó a recuperar el sentimiento de conexión con lo que estaba sucediendo, a sentir la fuerza de las redes locales de personas que colaboran juntas para resolver dificultades y construir soluciones.